El 1638 puede considerarse un punto de inflexión para millones de aficionados al póker, las tragaperras y la ruleta. Antes de que el Ridotto de San Moisés de Venecia fuera convertido en el primer casino de la historia, de hecho, quien quería dedicarse a juegos de este tipo sólo podía hacerlo de manera ilegal.
Sin embargo, para la apertura del primer casino online se tuvo que esperar hasta 1994. Hace casi treinta años, también gracias al desarrollo de Internet, el Gobierno de Antigua y Barbuda decidió permitir a sus residentes disfrutar de una partida en esta modalidad garantizándoles así el máximo grado de seguridad.
Desde entonces, el número de personas que utilizan la web para acercarse al mundo del casino aumenta día a día. En particular, entre todos los juegos disponibles está cosechando un éxito rotundo el blackjack, del cual se presentarán a seguir las reglas principales después de haber recorrido brevemente su historia.
Historia del blackjack
Como ocurre con la mayoría de los juegos de cartas más exitosos, incluso con el blackjack es difícil identificar un momento y un lugar de nacimiento precisos. Sin duda, los expertos coinciden en que su primera aparición se remonta a la Francia del siglo XVIII con el nombre de vingt-un o vingt-et-un.
Sin embargo, esto no significa que se tratara un juego completamente nuevo. De hecho, consultando las reglas de la época, es inevitable darse cuenta de su semejanza con juegos ya difundidos, como el siete y medio, el quinze y el treinta y uno, respectivamente de origen italiano, francés y español.
Después de registrar un gran éxito en Europa, el blackjack fue exportado a Norteamérica por los colonos franceses a principios del siglo XIX. Por cierto, no fue hasta la década de 1930 que la Comisión de Juegos de Nevada estableció sus reglas oficiales.
Las reglas del blackjack
El objetivo del juego
La finalidad del juego es bastante intuitiva. Para ganar una mano, el jugador sólo tiene que conseguir una combinación de cartas mejor que la del repartidor.
Para ello, debe obtener una puntuación igual a 21 – o acercarse a ella lo más posible sin exceder nunca este valor. Debido a esta regla, el juego también se conoce como 21 desde principios del siglo pasado; quien alcanzaba este puntaje combinando un As y una Jota de picas – “black jack” en su terminología inglesa – se pagaba 10 a 1.
El valor de las cartas
Para jugar blackjack se utiliza la baraja francesa de 52 cartas. Esta se compone de los cuatro palos – corazones, picas, diamantes y tréboles – y excluye al joker.
El As puede tener un valor de 1 u 11, dependiendo de lo que le convenga al jugador. Además, mientras que el 10, la Jota, la Reina y el Rey valen 10, las cartas del 2 al 9 toman su valor figurativo.
El desarrollo de la mano
Cabe subrayar que, aunque en el blackjack el único oponente de cada jugador es el crupier, se sientan en la misma mesa un máximo de siete personas. Esta característica contribuye a que se trate de una actividad bastante social cuando se practica en un casino físico y, por lo tanto, aún más divertida.
Después de una ronda de apuestas inicial, el dealer reparte dos cartas descubiertas a todos los presentes y una a sí mismo. La mano se desarrolla en el sentido de las agujas del reloj desde la persona directamente a su izquierda y termina con él mismo.
Cuando llega su turno, cada jugador puede realizar diferentes acciones. Específicamente, se trata de pedir carta, plantarse, doblar la apuesta y separar, en caso de que las dos cartas iniciales sean de valor equivalente.
El crupier gana tanto en caso de empate como cuando obtiene una puntuación más alta. Las ganancias se pagan 1 a 1, a menos que se haga blackjack, en cuyo caso el jugador recibe 1,5 veces su apuesta inicial.
Variantes disponibles
Aunque las reglas que se acaban de exponer se refieren a la versión europea – siendo la más tradicional y difundida – hoy también están disponibles otras variantes. Además de la americana, entre ellas están teniendo un éxito extraordinario también la superstakes, la low-stakes, la first-person y la multihand. La mejor manera de probar suerte en cada una de ellas es jugar blackjack 21 online. En comparación con la modalidad clásica, la online permite jugar desde cualquier lugar y en todo momento en un número de variantes extremadamente alto.